Pienso en caducar la delgada linea de la palidez, tu rostro ayuda, tu cuerpo no esquiva esa ceremonia porque la movilidad le pervierte el bioritmo y enfocamos un buen cine.
Levo locura y la cocina, para ser lógico, no me rapta el momento.Cuando leemos uno se cree desaparecer, es igual a la ciudad de las lineas, porque la obviedad es un acto deshonesto dijeron por ahí, todo es tan abstracto que tenemos miedo al terreno mejor iluminado.
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