En los lentos años de agonía
Pensaba el observador…

Yo no quiero ser como aquellos recortes, un primer plano de unas pantorrillas ataviadas con un pantalón marrón y unos mocasines /autóctonamente monótonos.
Pero sobretodo no quiero dar esos pasos porque no me pertenecen mas que en el sentido único de la mirada y el divague.
El movimiento directo, cerebralmente sanguinolento les otorga cierto ritmo, una posible motorización de la cual (yo) no quiero ser parte.
“DEMOSTRABA ABSTINENCIA EN SU ASPECTO...” dice Quevedo, en el Buscón.
Pero eso es otra cosa, es un detalle que arbitrariamente omitiré en esa única visión textual y en primer plano de las pantorrillas unidas a los huesudos pies, cubiertos por ataúdes marrones, en constante desplazamiento, en constante vaivén yéndose.
En estos lentos años de agonía el observador  profundizaba su mirada, en la vereda y su continuación, en el movimiento constante de lo que vive y se pierde en minutos, del observado que ignora el motivo del observador que agoniza y a su vez es observado en aquellos lentos años.


E.Soler
/Flores
/2012

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